Los beneficios de introducir el marisco en la alimentación infantil

Muchos padres se preguntan si es positivo incluir en la dieta de sus hijos el marisco y, sobre todo tienen dudas sobre cuál es la edad idónea para que los pequeños comiencen a tomar estos alimentos.

Aunque hay muchas voces que desaconsejan dar marisco a los niños, los médicos y nutricionistas suelen recomendar que sea a partir de los dos años cuando se empiece a introducir en las comidas. El principal problema que se nos puede presentar es la alergia, por eso habrá que estar alerta en los instantes posteriores a la ingesta e incluso horas después para comprobar que no hay síntomas de alergia.

Es crucial que todos los mariscos vayan muy cocidos puesto que los pescados crudos pueden contagiar enfermedades o incluso llegar a producir intoxicaciones por la bacteria anisakis. Los mariscos son saludables, ricos en proteínas y minerales y con muy poca grasa. Con los fritos y comidas grasientas, perderemos los beneficios que aportan, por lo tanto, lo ideal es cocerlos, hacerlos al vapor o en el horno, y reducir la frecuencia de los fritos, ya que contienen muchas grasas.

Hay algunos como el pulpo, el calamar y la sepia que son difíciles de masticar, así que si los niños son muy pequeños es recomendable trocearlos. Aun así, habrá niños que no les guste demasiado los mariscos, pero sí podremos introducirlo en los purés y otras comidas, como por ejemplo las croquetas, así enmascaramos el producto.

A la hora de comprarlos, es importante acudir a establecimientos especializados como una marisqueria en Madrid que ofrezca productos frescos y nos transmita la confianza de estar comprando marisco de calidad y que ha sido conservado en óptimas condiciones.

En cuanto a las cantidades de ingesta, los especialistas recomiendan que hasta los 3 años se vaya aumentando progresivamente la cantidad de pescado de 30 a 50 gramos. Cuando los niños vayan a la escuela, pueden tomar de 100 a 120 gramos. No obstante, estas cantidades son orientativas porque el aporte de cada alimento se debe adaptar a la edad, el peso, la actividad física y el estado de salud de cada individuo.

El marisco es rico en omega-3, son ácidos grasos que el cuerpo no produce la suficiente cantidad y deben adquirirse mediante la dieta. Estos ácidos nos protegen frente a enfermedades cardiovasculares, por lo que se recomienda comer de 2 a 3 veces por semana marisco o pescado azul. Por eso, una vez que tengamos claro que nuestros hijos no son alérgicos, el marisco es una de las mejores opciones para incluir en la dieta.

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