Yoigo y Másmóvil, interesadas en adquirir activos de Orange

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Yoigo y Másmóvil han mostrado su interés en adquirir los activos que el grupo galo Orange podría verse obligado a ceder en España para que la Comisión Europea dé ‘luz verde’ a la operación de compra de Jazztel, según han informado a Europa Press fuentes de las dos compañías.

«Estamos interesados en adquirir activos como parte de las medidas resultantes de la operación de compra de Jazztel por Orange. Hemos estado hablando con la Comisión sobre este tema», han indicado desde Yoigo.

Por su parte, el director general de Másmóvil, Alfonso Franch, ha indicado, en declaraciones a Europa Press, que la compañía quiere participar en el proceso de «remedios» que la UE establezca a esta operación, incluyendo, si surge, la posibilidad de comprar activos a raíz de este proceso.

«La aspiración de Másmóvil es ser el operador alternativo y no queremos ocultar ese objetivo», ha manifestado Franch, quien ha añadido que están abiertos a lo que proponga las partes.

Si bien las negociaciones son confidenciales y no ha trascendido información oficial sobre las concesiones que está dispuesta a asumir Orange para hacerse con Jazztel, ni cuáles son las principales objeciones de la Comisión Europea a la operación, fuentes del mercado especulan con la posibilidad de que el grupo galo ceda activos de su red fija, no sólo de fibra, sino también de cobre.

Con estos activos, Yoigo podría reformularse en España posicionándose también en el mercado fijo y rivalizando con sus principales competidores en ofertas convergentes e incluso estaría abierto a la posibilidad de comprar frecuencias móviles si éstas fueran cedidas.

Por su parte, Másmóvil, que se ha reforzado en España tras su fusión con Ibercom y otras compras, podría aumentar su peso en el panorama de las telecomunicaciones en España.

Actualmente, Orange llega a 1.127 centrales de cobre en servicio, lo que supone alcanzar un 80% de cobertura nacional con red propia, situándose como el operador alternativo con más centrales ULL (con bucle totalmente desagregado) del mercado español. Por su parte, Jazztel llega a 1.122 centrales, por lo que en algunas zonas las compañías se solapan.

En cuanto a la cobertura en fibra, gracias al acuerdo de despliegue conjunto con Vodafone, los servicios de fibra óptica de Orange están disponibles en 900.000 hogares en 12 ciudades españolas. Además, en el marco de este acuerdo con Vodafone, la compañía alcanzará 3 millones de unidades inmobiliarias en 2015.

Por su parte, Jazztel dispone de más de 3,2 millones de hogares conectados con fibra óptica dentro del acuerdo de coinversión firmado con Telefónica. Adicionalmente, la compañía prevé desplegar 2 millones de hogares adicionales con el fin de alcanzar un total de 5 millones de unidades inmobiliarias a finales del ejercicio 2015.

A mediados de marzo representantes de Orange mantuvieron una reunión con miembros del departamento de Competencia de la Unión Europea para tratar esta operación. En dicha reunión estuvieron presentes representantes de Vodafone, de TeliaSonera y de su filial Yoigo, así como de Masmóvil.

En el marco del análisis de esta operación, la Comisión suspendió el pasado 18 de marzo el procedimiento de análisis de su oferta sobre Jazztel con la intención de retomarlo esta misma semana, lo que podría suponer un retraso respecto a la fecha fijada inicialmente el 30 de abril para pronunciarse sobre la operación.

«Orange desea hacer hincapié en que ‘parar el reloj’ es relativamente común en los procedimientos de fase II. La compañía sigue firmemente comprometido a continuar sus conversaciones con la Comisión durante esta suspensión y confía en lograr un resultado positivo de este proceso», señaló en ese momento el grupo galo.

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha advertido de que las fusiones entre operadores europeos no deben suponer un peligro para los «precios asequibles» que pagan los consumidores por sus servicios de telecomunicaciones.

El auge de fusiones y adquisiciones de los últimos dos años ha supuesto que algunos mercados nacionales como Alemania, tras la compra de E-Plus por Telefónica, o Irlanda, tras la compra de O2 por Hutchison, pasen a estar controlados por tres grandes jugadores. Estas operaciones se cerraron durante el mandato del entonces comisario de Competencia Joaquín Almunia, que recibió criticas por ser «demasiado suave» con las condiciones.

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