Desde que las principales operadoras volvieron a sus centros de trabajo, sabíamos que debía discutirse nuevamente un asunto que ya había estado en el eje de la polémica antes de la pandemia: la posibilidad de adoptar una semana de trabajo más corta, en la que los empleados se quedaran en cada uno de los días laborales.
Pues bien, ahora sabemos que Telefónica será la primera gran compañía en probar la semana laboral de cuatro días con reducción de salarios, una idea que se viene planteando en todo el mundo, y que en algunos países lleva ya un tiempo instaurada, con resultados que aún no parecen concluyentes, ni para bien ni para mal.
De hecho, ha sido tras rubricarse la última firma de la prórroga del convenio colectivo con los sindicatos, que la empresa se comprometió a realizar una prueba piloto desde el último trimestre de este año, que tendrá una duración de aproximadamente tres meses, si bien todos los detalles se darán a conocer más adelante.
En esta primera etapa, podrá sumarse a la iniciativa hasta un 10% de la plantilla de Telefónica, hecha la pertinente aclaración de que habrá reducciones salariales, aunque no porcentuales a la cantidad de horas de trabajo que se reducen, lo que en principio hace que ésta sea una idea atractiva para los empleados.
La «Jornada Semanal Flexible Bonificada«, como la denominan desde Telefónica, implica entonces que la jornada laboral será de 8 horas y ya no de 7,5 horas, por lo que semanalmente se pasará de 37,5 horas a 32 horas. Gracias a este artilugio, se espera que todas las partes obtengan una ventaja.
Por otro lado, habrá que ver qué sucede con el teletrabajo, dado que los mismos sindicatos están impulsando un mínimo de dos días de homeoffice para todos los empleados, una cifra mínima que podría ampliarse en esos departamentos en los que la presencialidad no sea tan necesaria.