A lo largo de la historia de la humanidad, muchas veces la adopción de nuevas tecnologías supuso todo tipo de debates éticos y morales, algunos de ellos relacionados con los riesgos que suponía la utilización de esas innovaciones para los seres humanos. Y claro, los avances en Internet no podría ser menos.
En su momento ya se descartó que las redes 5G supongan un riesgo para la salud, pero en la medida en que su despliegue sigue adelante en buena parte del mundo, han aparecido otras acusaciones. Una de las más sonadas, relacionada con la posible interferencia que esta conectividad podría provocar sobre los aviones en el cielo.
El caso es que en los Estados Unidos se ha dado una polémica entre las industrias aérea y de telecomunicaciones, después de que los hombres fuertes de varias de las principales aerolíneas locales comunicaran su preocupación «operacional» en zonas donde hay 5G, pidiéndole a la Agencia Estadounidense de Aviación que intervenga.
Los aeropuertos de Boston, Chicago, Dallas, Fort Worth, Houston, Miami, Newark, Orlando, San Francisco y Seattle, por mencionar algunos, vieron en estas horas suspendidos varios de sus vuelos, ya que los operadores explicaron haber experimentado problemas con el funcionamiento de los instrumentos de vuelo.
A partir de ello, la FAA ha exigido a las operadoras que mantengan el alcance de las redes 5G a un mínimo de tres kilómetros de distancia de los aeropuertos, alejándolas aún más que la vez anterior, cuando estas discusiones tuvieron un primer round, en lo que todo hace indicar será una pelea a varios asaltos.
Alguien recordará que en Europa pasó algo parecido cuando se instalaron las primeras antenas de 4G, aunque finalmente se compatibilizó el tráfico aéreo con sus conexiones, y hoy sabemos que no hay inconvenientes en su convivencia. Habrá que estar atentos, en todo caso, al encendido de las redes 5G de 700MHz en España.