Cuando tuvimos las primeras informaciones acerca de la llegada de la ya conocida quinta generación de telefonía móvil, una de las filtraciones que la acompañaban tenía que ver con los supuestos peligros para la salud de este tipo de conexiones.

Sin embargo, de acuerdo a los integrantes del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud –CCARS-, el arribo del 5G no significará en ningún caso un mayor riesgo para los usuarios, al menos si se considera la generalidad de la población española.

Sobre las implicaciones que la radiofrecuencia, estos especialistas han explicado que no esperan grandes cambios, debido a que los niveles de exposición serán similares a los que venimos experimentando hasta ahora, y nunca superarán lo estipulado.

En el documento, que fuera presentado en las últimas semanas por los especialistas del CCARS, se incluyen pruebas científicas de carácter oficial, más allá de que han adelantado que seguirán investigando todas las evidencias para evitar errores.

Lo cierto es que, de momento en España, el funcionamiento de las redes 5G es casi inexistente, porque la única compañía que cuenta con un servicio de este tipo es Vodafone, mientras esperamos que a mediados de año se realice una nueva puja por las próximas radiofrecuencias.

A pesar de las primeras informaciones optimistas, sólo en ese momento conoceremos cuál es el alcance para nuestra salud tanto de estas redes como del uso de smartphones 5G asociados a ellas, algo que, como decíamos, sigue siendo muy poco habitual.