Colin Angle apuesta por robotizar el hogar

Colin Angle  presidente de iRobot empresa que ha apostado por mantenerse en el ámbito doméstico, donde ha conseguido alcanzar una cuota de mercado de un 87% en España y un 65% a nivel global.

A lo largo de los años, se han investigado numerosas áreas donde los robots podrían abrir nuevas vías de negocio, pero el objetivo de iRobot siempre ha sido fabricar robots «prácticos que puedan ayudar cada día a las personas», explica Angle, en declaraciones a Portaltic.

«En lugar de fabricar robots para la industria o la manufacturación, me interesaban más los robots de consumo para el hogar», añade, e indica que para ello la compañía se fijó en los problemas que afectaban a las personas «todos los días».

Angle se siente satisfecho de haber sido capaz de crear un producto que «trabaja muy bien, tiene un coste similar al de una buena aspiradora y ha ayudado a la gente a tener una vida diaria más sencilla». Así, iRobot ha logrado vender 20 millones de unidades a nivel global y cambiar el concepto de «cómo se aspira en el mundo».

La principal ventaja de Roomba frente a los aspiradores tradicionales es que el usuario «no tiene que hacer la tarea de aspirar», sino que el propio robot, apoyado por una aplicación móvil, puede ser programado para que por sí solo «haga una limpieza completa de la casa todos los días». Lo único que es necesario hacer, añade, es vaciar su compartimento de polvo «una vez cada una o dos semanas».

Roomba presenta el aspecto de un disco que Colin Angle define como «muy delgado», con el objetivo de ser capaz de acceder a puntos del suelo donde las aspiradoras tradicionales tienen problemas, como los bajos de las camas o de algunos muebles. Frente a la antigua concepción de un robot de limpieza con aspecto humanoide, iRobot se ha centrado hacia la idea de que un robot aspirador «cuanto más pequeño sea, llegará a más sitios».

Además de reducir el tamaño del dispositivo, la evolución de los Roomba desde 2002 se centró en la mejora de su potencia de aspiración, los cambios hacia un diseño «más eficiente» y sobre todo, convertirlo en un robot «inteligente» que sepa cuándo se ha completado la limpieza de la vivienda y regrese entonces a su puesto de carga de batería. Para ello, Roomba está equipado con un sistema de navegación formado por una cámara superior y otra inferior, además de unos sensores en sus ruedas, que son capaces de «construir un mapa» del espacio sobre el que tiene que operar que es visible desde la ‘app‘.

Esta característica de dispositivo inteligente convierte a Roomba en un producto más del Internet de las Cosas (IoT). Angle considera que esta tecnología todavía se encuentra en una fase «temprana» en el ámbito doméstico. «Hay muchos dispositivos conectados, pero la idea original del hogar inteligente ha fracasado», comenta, y explica que de acuerdo con esta concepción inicial, el ‘smartphone’ actuaba como centro de control de un hogar conectado, pero esta «no es una buena idea, porque lleva unos 20 segundos sacar el teléfono del bolsillo y abrir la ‘app’ del dispositivo que queremos activar».

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