De acuerdo al último informe realizado por la Federación Internacional de la Industria Discográfica –IFPI– a día de hoy el 86% de los usuarios escuchan música a través de servicios de streaming en lugar de descargar previamente esos contenidos en sus dispositivos.

Esta cifra, que contempla tanto la música que escuchan en servicios puramente auditivos, como Spotify, como la que obtienen a partir de YouTube y plataformas de vídeo, indica que el crecimiento del streaming en este sentido es realmente impresionante.

En el estudio, en el que se deja entrever que la industria musical no está recibiendo la cantidad de dinero que considera justa por los formatos que tienen este tipo de aplicaciones, se determina además que el pop es el género más escuchado por los usuarios, con un 64% de ellos que en algún momento se decantan por un artista o banda de este género. En segunda instancia tenemos el rock, con un 57% de aprobación.

Si bien en casi todos los países puede verse una predominancia de los géneros locales o regionales, en el caso de España tenemos que decir que el pop tiene una penetración incluso por encima de la media. Se trata del preferido del 76% de los usuarios.

Por supuesto, no faltaron tampoco menciones de la Federación Internacional de la Industria Discográfica al problema que la piratería representa para el sector. Esto, considerando que según sus cálculos, casi 4 de cada 10 usuarios acceden a contenidos no autorizados a través de la web.

Frances Moore, Directora Ejecutiva de la IFPI, ha señalado que si bien «las compañías discográficas están trabajando con sus socios para desarrollar y mantener los diversos modos en los que la música puede ser disfrutada», este estudio «muestra asimismo los retos que afronta la comunidad de la música, tanto en forma de amenazas a los derechos de autor digitales como en cuanto a la falta de una compensación justa por parte de algunos servicios».

Por supuesto, éste que hemos analizado no es de ninguna forma un fenómeno aislado, si tenemos en cuenta que otras plataformas de contenidos vía streaming, como por ejemplo Netflix, ya se lleva el 15% del consumo mundial de Internet de banda ancha