Amazon es el sitio donde más compramos los españoles, situación que se replica en muchos otros mercados a nivel internacional. Lamentablemente, esto fue aprovechado por algunos inescrupulosos que decidieron aumentar los precios de artículos esenciales para combatir el coronavirus.

Por suerte, rápidamente los responsables de la multinacional tomaron nota de estas infracciones repetidas, detectando a quienes intentaban lucrar en medio de tales circunstancias tan delicadas, hasta vetar a cerca de 6.000 vendedores en todo el mundo.

Estos baneos, que contemplan tanto a tiendas como a vendedores particulares, son los que quedaron fuera de Amazon desde que se desatara el COVID-19, tras haber demostrado que todos ellos habían aumentado de forma irregular los precios de sus productos, esenciales en este contexto.

A tal punto parece significarle esta acción a Amazon, que el propio Jeff Bezos, CEO y fundador de la firma, envió una carta firmada a los inversores donde explica la situación, añadiendo que se habían eliminado del sitio unos 500.000 productos con precios modificados por especulación.

Al mismo tiempo, la empresa de distribución más grande del mundo, o al menos una de las más grandes, ha tenido que luchar contra aquellos vendedores que ofrecen artículos relacionándonos con los de primera necesidad por el COVID-19, cuando en realidad no responden a esa clasificación.

En los Estados Unidos, y se espera que se sigan medidas similares en España, incluso se han abierto nuevos canales de reclamos que tienen por finalidad recibir todas las quejas de usuarios relacionadas con productos con precios inflados por el coronavirus, u otras anormalidades.