A pesar de que las estadísticas indican que España goza de buena salud general en lo que refiere al servicio de Internet del que disfrutan sus ciudadanos, no podemos perder de vista que sigue habiendo una parte del país que aún no recibe un servicio digno del siglo XXI.
La España rural, como se le suele decir, contempla ahora mismo unas 26.767 poblaciones con menos de 10.000 habitantes que no pueden acceder a redes estables o de velocidades aceptables de Internet, en gran parte por la falta de cobertura de las empresas privadas.
Los datos, corroborados por los expertos de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, ponen de manifiesto que el país atraviesa dos situaciones muy diferentes, la de un núcleo con muy buena Internet, y la de una España olvidada, donde 13 millones de personas sufren las consecuencias.
Por comunidades, esta situación de desigualdad afecta especialmente a Galicia, Castilla y León y Asturias, mientras que los territorios con cobertura más pareja son las Islas Baleares, La Rioja y Madrid. Pero en ningún sitio la coyuntura es tan dramática como en A Coruña, con 5.300 poblaciones con una cobertura deficiente o, directamente, nula.
Si bien en muchos casos esta desconexión deriva de la falta de interés o de evitar asumir los costes asociados por parte de las telecos, desde la Secretaría de Estado para el Avance Digital explican que también hay circunstancias en las que se carece de las infraestructuras necesarias.
Lo peor de todo es que estas cifras se repiten, casi sin modificaciones, desde hace una década.