Poco más de un mes atrás comentábamos, en medio de la polémica entre Huawei, los Estados Unidos y varias gigantes norteamericanas, que de momento las operadoras europeas no tenían pensado vetar a la firma china.
Pues bien, la situación de momento se mantiene en las mismas condiciones, incluso al punto de que Vodafone ha lanzado oficialmente su servicio 5G en el país gracias al despliegue de una infraestructura en la que mucho tiene que ver la asiática.
Y lentamente comenzamos a enterarnos algunos de los motivos detrás de esta decisión, siendo uno de los principales el hecho de que, en caso de vetarse a Huawei en Europa, la llegada de la quinta generación de redes móviles podría retrasarse en el continente hasta dos años.
Y si bien la mencionada Vodafone ya tienen las cosas más avanzadas, otras como Telefónica son conscientes de que tienen no sólo que apoyar la permanencia de Huawei en esta parte del mundo, sino también comenzar a trabajar en otras alternativas para ofrecer su propio 5G.
«Si hay un veto generalizado y hay que dejar de trabajar con Huawei, habrá que sustituir los equipos ya instalados y buscar otros suministradores para los equipos del futuro. Si todos los operadores de telecomunicaciones lo hacen a la vez es evidente que se provocará un retraso en el despliegue del 5G en todo el mundo», han advertido desde esta teleco, más allá de que la situación se podría repetir con otras como Orange.
La aceptación de estas nuevas circunstancias muestra nuevamente cómo la compañía china tiene margen de maniobra a nivel mundial, y por fuera de la presión de Trump y compañía, su situación podría estabilizarse en las próximas semanas.