Telefónica ha vivido una de sus jornadas más importantes de los últimos tiempos, una gracias a la cual conseguirá reducir su deuda en 8.400 millones tras sellar dos grandes operaciones que se venían trabajando hace tiempo, un soplo de aire fresco en medio de rumores de un posible control por parte de Deutsche Telekom.
En primera instancia, la teleco española ha cerrado la fusión de su filial británica O2 con Virgin Media, división de Liberty Global; mientras que en segundo término concluyó la venta de las torres de Telxius a American Tower. Incluso, en el mejor de los casos, la operadora nacional ampliará sus ingresos en otros 700 millones.
Para Telefónica, que viene de cambiar su imagen de marca y presentar nuevo logo, son tiempos convulsos en los que ha conseguido achicar, en el primer trimestre, su deuda financiera neta en un 6,4% interanual.
De esta manera, aquellos 35.796 millones de euros en los que se había situado el déficit a finales de marzo, se estarían colocando en los 26.000 millones, lo que ha generado una nueva ola de confianza en la administración de la operadora, y un crecimiento de las acciones de la teleco, cotizadas en 3,87 euros.
En el comunicado oficial difundido a los medios de prensa por la Comisión Nacional del Mercado de Valores -CNMV-, se señala que «estas operaciones se encuadran en la estrategia del Grupo Telefónica, que contempla, entre otros objetivos, una política activa de gestión de cartera de sus negocios y activos, basada en la creación de valor y acelerando, al mismo tiempo, la reducción de deuda orgánica«.