Tiempos convulsionados para una Telefónica que pretende seguir transmitiendo el fútbol, pero que por otro lado se encuentra inmersa en un proceso de despedida de parte de su personal, un plan para recortar 2.000 puestos de trabajo que fue presentado en estas horas por parte de los directivos del grupo multinacional.

La firma expuso a los sindicatos su plan para recortar 2.000 puestos de trabajo, mediante el cual intenta lograr la adhesión de los trabajadores nacidos antes de 1967 y con 15 años de antigüedad en la empresa, asegurándoles un 68% del salario regulador y asumiendo el 100% del Convenio Especial de la Seguridad Social hasta 65 años.

Por supuesto, no se trata de un movimiento en solitario, sino que hemos visto medidas similares por parte tanto de Vodafone como de Orange, que en mayo presentó un ERE para el 15% de su plantilla en España, en medio de un proceso de restructuración, dada esta situación que se asemeja mucho para las principales operadoras.

Eso sí, es importante aclarar que no estamos en presencia de un proceso de ERE tradicional, sino que se busca la adhesión a través de los conocidos como Plan de Suspensión Individual (PSI), un sistema que Telefónica ya ha utilizado en el pasado y que está disponible para 3.200 trabajadores, de los que podrán acogerse un 60%.

Si a esto le sumamos que Vodafone despidió a un cuarto de su plantilla a inicios de este año, entonces está claro que las grandes referencias de la industria están atravesando su momento más complicado en bastante tiempo, evidenciando no sólo la competencia del sector, que es real, sino también cierta incapacidad para afrontarla.