La disponibilidad de cobertura de telefonía móvil de quinta generación a nivel país ha dado un importantísimo paso adelante en las últimas horas, toda vez que el Ministerio de Asuntos Económicos y Trasformación Digital acordó los pasos a seguir como parte de la tan ansiada nueva hoja de ruta que facilitará el despliegue del 5G.
En efecto, el Gobierno recogió el guante luego de que Vodafone y Orange reclamaran menos impuestos para invertir, y anunció una serie de modificaciones fiscales para las operadoras. Se trata, básicamente, de un plan de incentivos que inyecta 4.000 millones de euros y cambia las condiciones de la subasta de la banda de 700 MHz.
Lo cierto es que este acuerdo se hacía esperar, dado que las principales telecos del país ya han lanzado al mercado sus planes de conectividad 5G, abarcando buena parte del territorio nacional, como venimos viendo.
Claro, lo que ocurre es que esos avances se vienen produciendo a partir de redes NSA, que están lejos de alcanzar las velocidades de navegación y descarga que promete el 5G definitivo, el SA. Pensando en lograr esa experiencia de uso, la mencionada la subasta de la banda de 700 MHz se antoja fundamental.
Con la mira puesta en que España se ubique como «referente en tecnología de conectividad«, la hoja de ruta plantea la posibilidad de que se respeten los plazos del Plan Digital España 2025, aunque no será nada fácil.
¿Y qué han ganado las operadoras con su presión? Primero, que la subasta se lleve a cabo durante este mes de mayo. Segundo, que las concesiones se amplían a un mínimo de 20 años con un máximo de 40 años. Tercero, que se agilicen los trámites necesarios. Por último, que se reduzcan los aportes obligatorios .