Orange España y Vodafone anunciaron el 2 de enero de 2025 la firma de un acuerdo para crear una nueva sociedad conjunta que gestionará una red mayorista de fibra óptica. Esta infraestructura cubrirá 12,2 millones de hogares y locales empresariales en el territorio nacional, lo que la posiciona como la red de fibra hasta el hogar (FTTH) más amplia entre operadoras privadas en Europa. La empresa, aún sin nombre comercial definido, operará como mayorista independiente y ofrecerá acceso a cualquier proveedor de servicios de telecomunicaciones.
Según el comunicado oficial publicado por Orange España, la nueva sociedad estará participada en un 50 % por MasOrange y en un 10 % por Vodafone España. El 40 % restante se transferirá a un inversor financiero independiente, cuya selección se encuentra en fase final. Este reparto responde a una estrategia de desinversión parcial por parte de las telecos, que buscan reducir exposición financiera directa mientras mantienen control operativo. Ambas compañías aportarán parte de sus activos de red a la nueva empresa, manteniendo el uso y la gestión de los clientes ya existentes.
El despliegue de esta red FTTH utilizará tecnologías como XGS-PON, con capacidad de hasta 10 Gbps simétricos, y priorizará estándares de eficiencia energética y criterios ESG. En su nota del 2 de enero, Orange remarcó que el diseño técnico se ha planificado para facilitar la actualización futura de la red con bajo coste operativo. La empresa espera alcanzar una calificación crediticia “investment grade” y mantener una estructura de capital estable, clave para garantizar su sostenibilidad a medio y largo plazo.
La financiación de esta operación cuenta con el respaldo de un acuerdo de crédito sindicado firmado por MasOrange en mayo de 2025. Esta operación asciende a 11.000 millones de euros, de los cuales 4.750 millones se destinarán al desarrollo de la nueva sociedad de fibra, mientras que 6.250 millones servirán para refinanciar deuda corporativa existente. Según el comunicado de MasOrange del 21 de mayo, esta estructura permitirá mejorar el perfil financiero del grupo y alcanzar un ratio deuda neta/Ebitda inferior a 2,75x.
La nueva red mayorista operará de forma abierta, permitiendo a otros operadores contratar servicios de acceso, lo que incrementará la competencia en zonas tradicionalmente menos cubiertas. El objetivo declarado es impulsar el despliegue en entornos rurales o periurbanos donde los retornos de inversión son más ajustados para operadores individuales.
Además de mejorar la cobertura de fibra en España, el proyecto busca consolidar una posición europea relevante en redes de nueva generación. Ambas compañías han declarado que la operación está sujeta a las aprobaciones regulatorias pertinentes, y prevén cerrar la transacción antes del verano de 2025. Una vez completada, la nueva sociedad comenzará a operar con una red completamente funcional, aprovechando infraestructuras existentes para escalar servicios de forma inmediata.
Las partes también han indicado que el proceso de selección del inversor financiero externo está en su fase final. Entre los candidatos figuran grandes fondos internacionales especializados en infraestructuras digitales. El cierre definitivo del acuerdo dependerá de la culminación de este proceso y del visto bueno de las autoridades de competencia en España y la Unión Europea.