Desde que tenemos la certeza de que Orange España es la división con peores resultados de la operadora francesa, sabíamos que existían altas probabilidades de que la teleco naranja terminara tomando el camino que nadie desea.

En efecto, la firma europea ha comunicado, en las últimas horas, la presentación de un ERE para el 15% de su plantilla en el país. Estamos hablando de un total de 485 personas, 6% del total del grupo a nivel nacional si consideramos las tiendas y call centers. Como no estarán dentro del ERE, la representación es aún mayor.

En este sentido, la dirección de Orange España ha mantenido una serie de reuniones a lo largo de la última semana, donde expuso a las autoridades del caso que llevará adelante este movimiento, cuyas negociaciones pretende iniciar antes de finales de mayo, como resultado de «causas técnicas organizativas y de producción«.

Por el momento, y sin descartar que surjan informaciones más precisas al respecto con el correr de los días, parece que la operadora no ha confirmado si está contemplando voluntariedad o prejubilaciones.

«El sector de telecomunicaciones lleva años encadenando pérdidas de ingresos como consecuencia de la hipercompetitividad del mercado y la multiplicidad de actores low cost», aseguran, agregando que «para garantizar la competitividad de la compañía, resulta imprescindible adaptar la operación a estos cambios estructurales«.

Jean-François Fallacher, consejero delegado de la filial local de la empresa, ya había advertido que no se registrarían crecimientos hasta 2022, aunque probablemente las últimas estadísticas de portabilidades, en máximos históricos durante el primer trimestre hayan sido el detonante para optar por esta salida.