La mayoría de las operadoras de gran demanda en España parecen haber superado el coronavirus, y no sólo por los informes que indican que su reputación mejorará debido a sus actuaciones en estas semanas, sino por que, además, poco a poco vuelven a su ritmo habitual de trabajo.
De hecho, ha sido la firma de telecomunicaciones francesa Orange la última en anunciar el regreso de algunos de sus empleados a los centros de trabajo de la compañía desde este lunes, sumándose así a lo que previamente habían publicado sus principales rivales: Telefónica, Vodafone y MásMóvil.
Y si bien por el momento todas ellas han apostado por fórmulas en las que apenas el 10% de sus plantillas está concurriendo a las oficinas, lo importante es que ya está en marcha la desescalada en los cuatro grandes grupos del sector a nivel nacional, algo que podía haber demorado mucho más.
De más está decir que el resto de los trabajadores seguirá manteniendo prácticamente la totalidad de sus actividades en la modalidad de teletrabajo que realizaron durante los últimos tres meses, siempre con el objetivo de aplacar cualquier nuevo foco de coronavirus que surgiera.
Básicamente, podría decirse que todas han seguido las recomendaciones específicas para esta clase de compañías, que tienen que ver con disponer de la menor cantidad de personal posible en los centros de trabajo, y continuando con el teletrabajo en el caso de los empleados no esenciales.
En el caso de Orange, por ejemplo, aunque sus oficinas se encuentran abiertas desde esta semana, la desescalada no sólo es gradual sino además 100% voluntaria, de forma que aquellos que, para resguardar su salud o la de sus seres queridos, decidan seguir desde casa, podrán hacerlo.