Los ingresos de Orange se reducen en plena reorganización interna

Los rumores de los últimos días, sobre que Orange podría cerrar Amena y sus otras marcas low cost, parecen estar bien encaminados. Y es que, ya con Jean François Fallacher a la cabeza de su filial española, la teleco francesa acaba de presentar sus -malos- resultados financieros de 2020.

Pues bien, lo primero que podemos decir al respecto es que la pandemia por coronavirus, sumada a la dura competencia que representan rivales en franco crecimiento como MásMóvil, han puesto a la operadora naranja en una situación compleja. De ahí su reorganización interna, claro.

Esto se ha traducido en las cifras de su último balance, donde nos encontramos con que Orange ha facturado durante 2020 en España, unos 4.951 millones de euros, monto exorbitante que, sin embargo, representa un 5,9% menos de lo que habían obtenido durante 2019.

No sólo eso, sino que además las circunstancias parecen profundizarse para mal durante el último trimestre. En octubre, noviembre y diciembre, la caída se va hasta el 8,8% interanual.

Ahora que conocemos todos estos detalles, que por supuesto ellos tenían desde hace ya varios días, se entiende esa especie de obsesión que se percibe, junto con la llegada de Jean François Fallacher, por sintetizar la cartera de marcas, productos y servicios que Orange tiene a nivel nacional.

«Nuestra prioridad en España es restaurar los márgenes, como reflejo de varios planes lanzados, que incluyen medidas para ahorro de costes, simplificación de las ofertas, digitalización e impulso del negocio de B2B», explicó el nuevo CEO de la firma en sus declaraciones a la prensa.

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