La actual superpoblación de telecos que experimenta el mercado español sigue perjudicando a las principales compañías del sector. Si esta semana Orange presentó un ERE para el 15% de su plantilla en España, ahora es una de sus grandes rivales la que sufre en carne propia estas mismas circunstancias.
Y es que Vodafone, también víctima de las low cost, reduce sus ingresos un 3% en el último balance, según la misma empresa británica ha comunicado a través de un comunicado oficial. Las cifras hablan de 3.788 millones de euros obtenidos en este período, frente a los 4.166 millones de euros del anterior repaso.
Este registro, que corresponde al último año fiscal y se debe a la «fuerte presión competitiva y al impacto de los cambios en la regulación de números premium», va del 1 de abril de 2020 al 31 de marzo de 2021, es un poco mejor de lo esperado en los meses recientes, salvándose la firma roja de la catástrofe de Orange.
No todo son malas noticias para una Vodafone que ha conseguido elevar su beneficio bruto en un 3,4%, hasta los 1.044 millones, como consecuencia de los «menores costes comerciales y por los derechos del fútbol, así como a una gestión eficiente de gastos operativos, parcialmente compensados por la caída de ingresos de roaming y turistas».
En cualquier caso, la presencia de esas múltiples low cost que mencionábamos, parece ser la gran responsable del escaso avance en la actividad comercial de Vodafone, con apenas 70.000 nuevos clientes móviles de contrato, incluso cuando adoptaron una estrategia de captación de usuarios por demás agresiva.
Veremos qué es lo que sucede de aquí al primer trimestre de 2022, donde la conectividad móvil de quinta generación en el territorio nacional debería comenzar a dar sus primeros resultados, siempre a la espera de que se produzca la subasta de la banda de 700 MHz, aprovechando que el Gobierno facilitará el despliegue del 5G.