Si has estado siguiendo nuestros artículos, habrás comprobado con cierto lamento que muchas de las telecos que ofrecen servicios en España optaron, a lo largo de los últimos seis meses, por aumentar el valor de sus paquetes. Sin ir más lejos, hace unos días señalábamos que Orange subirá precios en verano a cambio de más GB en fibra.
Pero si nos retrotraemos un poco más en el tiempo, puede que también recuerdes que Yoigo había realizado un anuncio similar allá por marzo, entre otras informaciones que se pierden en la vorágine diaria.
A estas alturas la única conclusión posible es que los incrementos en los costes de las tarifas de Movistar, Orange, Vodafone y Yoigo son la regla general del mercado, y que aquellas pocas competidoras o filiales que hasta ahora no han movido ficha al respecto, simplemente están esperando un poco más para hacerlo.
Aunque es cierto que, en más de un caso, se mantienen los planes y se respetan las condiciones a los actuales clientes de las firmas, impactando las modificaciones únicamente sólo a las nuevas altas, la sensación que queda es que, mientras mejora la tecnología de conexión -a veces más allá de nuestros deseos-, más tenemos que pagar.
Y todo esto, claro, sin perder de vista tampoco que los usuarios no somos los únicos perjudicados de un sector que no encuentra el rumbo. Hace apenas una semana, Orange presentó un ERE para el 15% de su plantilla en el país.
Veremos qué sucede en el medio plazo, pero es evidente ya que las operadoras que sacarán ventaja a futuro serán ya no aquellas que conserven los precios, sino las que más nos brinden a cambio de ello.