Seguir los episodios de tus series favoritas en Netflix podría estar causando un daño irreversible al planeta. Puede sonar extraño, pero los últimos estudios de la ONG francesa Shift Project advierten contra el imparable crecimiento de este tipo de servicios de streaming a la carta.

Según sus especialistas, «media hora viendo Netflix genera las mismas emisiones que 6 kilómetros circulando en coche», y teniendo en cuenta que cada vez son más las plataformas de este tipo, y que el número de consumidores no deja de crecer, eso tiene una incidencia absoluta sobre el medio ambiente.

Para llegar a estas conclusiones, los expertos han estado calculando cómo funciona este modelo de negocio y cuál es su cantidad de emisiones, considerando que Netflix es utilizado por 130 millones de personas en más de 90 países.

Los archivos de vídeo, que ocupan cerca de un tercio de los datos transmitidos por Internet, se han vuelto mucho más pesados de lo que resultaban una década atrás, y su transmisión requiere del uso de todo tipo de aparatos que aprovechan energías no renovables y contaminantes.

La revista temática Nature ya había adelantado, meses atrás, que los centros de datos eran culpables del 0,3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y que esas cifras irían en aumento con la llegada de Apple TV+ o Disney+, por mencionar otras plataformas actuales.

Cisco, otra firma que conoce a fondo los entornos informáticos, ha aventurado que el contenido de vídeo representará cerca del 80% del tráfico mundial para el año 2022, números que podrían quedar pequeños de aquí a una década.

De confirmarse todas estas presunciones, será momento de que evaluemos también qué daño provocamos a la Tierra debido con nuestros hábitos de entretenimiento.