Mientras LaLiga pierde abonados, y su comercialización a futuro se complica, esta semana han comenzado las negociaciones con los -muy pocos- interesados en adquirir los derechos del fútbol, esa disputa que inicialmente tiene a Telefónica como la única atraída por la posibilidad de emitir este deporte.
Y es que si Orange dice adiós al fútbol como parece que lo hará, la única opción para las autoridades del fútbol pasa por negociar con una Telefónica que pretende seguir transmitiendo el fútbol, siempre que sea «rentable», concepto que dependerá de cuál sea el coste a pagar por las competiciones, y la potencial ganancia.
Hay que tener en cuenta, en tal sentido, que la puja en cuestión tiene que ver con la explotación del Campeonato Nacional de Liga Santander que este miércoles ha sacado a concurso LaLiga, por un periodo de hasta cinco temporadas, es decir desde la próxima 2022/2023 hasta la correspondiente a la 2026/2027.
Ángel Vilá, consejero delegado y número dos de la operadora más importante de España, ha explicado al respecto que se encuentran sopesando las condiciones publicadas por LaLiga, un proceso que demorará algunas semanas teniendo en consideración que las negociaciones deberían cerrarse el 13 de diciembre, al acabar el plazo.
Mientras pretende una rebaja, se debe recordar que en la anterior disputa Telefónica se adjudicó los derechos de emisión de LaLiga en el mercado residencial, para el ciclo 2019/2022 por 980 millones de euros para cada una de las tres temporadas, lo que ya entonces significó una caída en su valor del 5%.
Por otro lado, habrá que ver cuáles son las implicaciones para el público de estas nuevas negociaciones entre la teleco presidida por José María Álvarez-Pallete y LaLiga, considerando que en los últimos años la experiencia empeoró, ya que la calidad de la competición ha caído y ver el fútbol en casa es más caro, según la OCU.