De acuerdo a las últimas informaciones, el Gobierno español obligará a las plataformas de streaming en vídeo, como Netflix, HBO, Amazon Prime Video o Disney+, a afrontar el pago de un 5% de sus ganancias en el territorio nacional a la financiación en obra audiovisual europea, en lo que se conoce comúnmente como «obra europea«.
El pago de este dinero, que en algunos casos será administrado directamente por el Fondo de Protección de la Cinematografía del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales –ICAA-, pretende contribuir a la producción tanto de cine como de series.
Esta propuesta, que forma parte de la Ley General de Comunicación Audiovisual, contempla a todos aquellos servicios que operan en España, incluso cuando declaran sus sedes en otros países para facturar en ellos, algo muy habitual para los que hemos mencionado.
La medida alcanzará, de este modo, a todas las empresas cuyos ingresos superen los 50 millones de euros al año, algo que desde luego ocurre con Netflix, que es la preferida de los usuarios españoles, pero también con muchas de sus competidoras.
De esas sumas recaudadas, al menos un 70% será orientado a la financiación de «obras audiovisuales de productores independientes«, mientras que un mínimo del 40% tendrá como finalidad la grabación de «películas de productores independientes de cualquier género y en cualquiera de las lenguas oficiales de España«.
Con estas modificaciones a las normativas anteriores, España se acoge entonces a las que ya están vigentes en buena parte del continente europeo, respondiendo además a los reclamos de grupos de medios como Mediaset y Atresmedia que exigían estos impuestos a algunas de sus rivales cuando se trata de captar la atención de los consumidores en el país.