Si televisión y radio siguen siendo los medios favoritos de quienes siguen el fútbol en España, está claro que la tradicional disputa de todos los años acerca de cuál es la operadora que se queda con las transmisiones de las principales competiciones nacionales, será tema de discusión durante las próximas semanas.
En este sentido, vale la pena recordar que, hasta ahora, los derechos de La Liga y la Champions para la temporada 2021-2022 pertenecen a Movistar, que dispone de éstos con la ventaja de poder comercializarlos a su antojo, involucrando incluso a algunos de sus principales rivales del segmento, si así lo desea.
El caso es que, prácticamente descartadas todas las demás, la francesa Orange sí se encuentra atraída por la posibilidad de seguir ofreciendo una buena cantidad de espectáculos deportivos a sus usuarios.
Es que, en las últimas horas, se ha sabido que Orange negocia con Telefónica para renovar los derechos del fútbol. Y decimos renovar porque el año pasado la europea le adquirió a la española estos mismos derechos por una cifra cercana a los 300 millones de euros. Este año, aún no han trascendido números concretos.
Y todo indica, además, que están obligadas a encontrarse en algún punto, teniendo en consideración tanto que a la teleco naranja le ha dado muy buenos resultados el deporte rey en sus máximas expresiones continentales, como que Telefónica pretende amortizar un poco el coste de haberse quedado con el fútbol en su momento.
Por otro lado, debemos recordar también que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia –CNMC-, obliga bajo sus normativas a la propia Telefónica a ceder parte de esos derechos para evitar que se produzca un monopolio en el sector, un compromiso que podría jugarle a favor a Orange, hasta ahora la única interesada.