Luego de los inconvenientes experimentados por Huawei durante este año a partir de las políticas proteccionistas de Donald Trump, y de las consecuentes rupturas comerciales con algunas de las principales firmas norteamericanas con las que trabaja, la firma china parece estar viendo la luz al final del túnel.

Comentábamos en su momento que las ventas de los dispositivos de esta firma ya habían repuntado en Vodafone, Orange y Movistar; y ahora los resultados financieros del tercer trimestre difundidos por la propia empresa dan cuenta de que el 2019 no viene siendo tan malo como se esperaba.

Según sus ejecutivos, Huawei ha incrementado sus ingresos un 24,4% con respecto al mismo periodo del año pasado, cantidad que traducida a cifras es de 78.080 millones de euros. Además, sus beneficios netos han crecido a tasa interanual un 8%. Nada mal.

¿Y cómo se explica esto si la comercialización de sus smartphones no ha sido tan buena? Pues bien, mediante otros negocios que la asiática viene desarrollando, como por ejemplo al participar de forma protagónica en el despliegue de las redes 5G en buena parte del mundo.

A día de hoy, Huawei tiene firmados más de 60 contratos comerciales y administra más de 400.000 antenas 5G Massive MIMO, lo que le coloca en una posición de privilegio para ofrecer servicios de telefonía móvil de quinta generación en países como España.

Por otro lado, productos como sus portátiles, tablets o wearables están siendo rápidamente adoptados por los usuarios internacionales, compensando el mal momento de su división de teléfonos inteligentes que, de todos modos, ya parece superada.