Adamo ha sido siempre una protagonista distinta de la industria de las telecomunicaciones en España y es que, como sabemos, ha permanecido más orientada a los territorios que suelen ser abandonados u olvidados por otras, que intentar conquistar a los usuarios de los grandes núcleos urbanos, tal cual es el objetivo de las mayorías.
El caso es que Ardian acaba de adquirir la operadora rural, con lo que pone más presión al sector, luego de las declaraciones de los ejecutivos tanto de Vodafone como de Orange acerca de lo «complicado del mismo», de la abundancia de compañías y, por qué no, de la reconfiguración que ya significaba el crecimiento de MásMóvil.
En efecto, tras la intervención de Ardian Infrastructure, este fondo francés de capital de riesgo, muchos especulan con que Adamo podría abandonar su estrategia comercial que tan buenos resultados le ha dado hasta ahora, para abrirse a nuevos públicos, entre ellos los que hoy tienen Telefónica, Vodafone, Orange o MásMóvil.
Tras la confirmación de la venta por parte de EQT, con la que Ardian se hace con el 100% de Adamo, demostrando la confianza que tienen en su apuesta, se espera que ambas firmas trabajen en conjunto, buscando el crecimiento exponencial de una operadora que está bien vista por la mayoría de los españoles.
De acuerdo a las primeras filtraciones, el fondo galo pretende que Adamo alcance los 3,2 millones de hogares y llevar su red troncal a más de 11.000 kilómetros a lo largo de los próximos años, copando todo el territorio español a partir de las zonas rurales, o de la España vaciada, para entonces pasar a las capitales.
Por ahora, en sus escasos comentarios a la prensa luego de haber abonado aproximadamente 1.000 millones de euros por la teleco, desde Ardian aseguran que pretenden brindar el servicio de telecomunicaciones más eficiente en todo el territorio nacional y, en particular, en las áreas rurales.