Como podía esperarse, los españoles vimos 26 minutos menos de televisión al día en 2021, según se desprende del último informe «Análisis de la Industria Televisiva-Audiovisual 2020» de la gente de Barlovento Comunicación, que considera también las cifras resultantes del 2021, con cierre al 31 de diciembre pasado, haciendo una comparación entre los años marcados por la pandemia.
De acuerdo a lo que dice el estudio, el consumo diario de televisión en 2021 registró una media de 214 minutos por persona y día, 26 minutos menos por persona y por día que en 2020, algo que era de suponerse considerando que no hemos permanecido tanto encerrados, y que eso repercute directamente en la cantidad de tiempo que dedicamos a estos dispositivos en el hogar.
¿Y cómo se clasifica ese consumo de contenidos? Siempre a partir de lo averiguado por Barlovento Comunicación, se puede dividir del siguiente modo: 199 minutos de consumo lineal, 7 de consumo en diferido, y 8 minutos de Invitados, aunque se debe considerar asimismo que cada vez hay más de «otros usos» porque los televisores avanzan y sus funciones se han multiplicado últimamente.
Es decir, hoy en día tenemos más tiempo los televisores de casa encendidos, incluso cuando el consumo lineal viene en caída libre. Más allá de eso, se repiten números que vienen siendo habituales, como por ejemplo que los hombres consumen más televisión, totalizando 32 minutos diarios más que las mujeres, un detalle frecuente con el que nos encontramos en estos relevamientos.
Otra costumbre que se repite en el 2021, es que son las personas de 65 y más años de edad los que más tiempo pasan frente a la TV. Registra este colectivo una permanencia y dedicación de seis horas y nueve minutos al día, menos que en 2020 pero más que en 2019. Tampoco esto debería sorprendernos demasiado, ya que guarda una relación proporcional con las horas libres que poseen.
Finalmente, si el 83% de los españoles ya accede a TV de pago, una consecuencia inmediata de ello es su mayor cuota de pantalla. Tenemos un total del 8,6%, que representa un récord histórico para el sector de la TV de pago, alentando la idea de que más temprano que tarde la mayor parte del consumo televisivo corresponderá, justamente, a esta clase de propuestas alternativas.
