De acuerdo al último informe anual Económico Sectorial de Telecomunicaciones y Audiovisual de España elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia –CNMC– para el año 2018, el ahorro es la razón número uno por la cual los españoles cambian de operadora.

Sucede que en España solemos pagar más que la media europea en cuanto a estos servicios, y además muchas veces sus costes aumentan sin comunicación previa para los clientes, que enojados deciden marcharse a otra compañía, como una forma de demostrar su reprobación a estas estrategias.

Sin ir más lejos, en las últimas semanas fuimos testigos de cómo Movistar incrementó la cuota de varios de sus planes Fusión; mientras que Jazztel ha anunciado medidas semejantes para los próximos días. Ejemplos de acciones que, como destacábamos, suelen suponer la marcha de clientes.

De acuerdo a lo que los expertos han podido recabar, poco más del 60% de los clientes que se cambian de una operadora a otra lo hacen para intentar reducir sus gastos en este segmento, mientras que uno de cada cuatro intenta beneficiarse de una nueva oferta convergente con servicios fijos y móvil.

Un detalle interesante a considerar en este sentido es que no necesariamente que un cliente abandone una tarifa significa que abandone la compañía, sino que muchas personas deciden moverse entre otros productos que les ofrecen, sin pasarse a una nueva empresa.

Y tal y como han demostrado en los últimos tiempos todas las investigaciones y análisis, mientras Vodafone es la compañía que mayor cantidad de clientes pierde, MásMóvil es la principal beneficiada de esa salida, sumando 623.000 nuevas líneas móviles a lo largo de 2018.