Las dos principales operadoras extranjeras que tenemos en España están surfeando la crisis como pueden, con fuertes cambios en sus cúpulas directivas, despedidos de sus plantillas, y reorganizaciones internas.

Así como Orange presentó un ERE para el 15% de su plantilla en España, en una maniobra que significó el adiós del 12% de sus trabajadores, unas 400 personas que optaron por acogerse a las bajas voluntarias, ahora es Vodafone la que sigue sus pasos, y eso le llevaría a tomar una drástica medida, inédita hasta ahora.

Para la teleco británica ese proceso está en marcha, y mientras se calcula que podría afectar a un máximo de 515 empleados, Expansión afirma que cerrarán sus tiendas propias en España, 34 en total, de manera que prefieren mantener aquellas que funcionan en otras superficies, a la espera de saber muchos más detalles al respecto.

Como hemos dicho en más de una ocasión, tanto Vodafone como Orange aseguran que no tienen otra salida ante un mercado «demasiado competitivo» como el nacional, y que la otra solución posible sería abandonar el país.

Básicamente, ambas sostienen entonces que no tienen más alternativa que el ERE al que han acudido, y para Vodafone es además el segundo en tres años, ya que en 2019 habían llevado a cabo un recurso similar, afectando en esos días a más de 900 personas, aunque sin revertir hasta ahora las tendencias negativas.

Y esto último podría ser incluso lo más preocupante de cara al futuro considerando que, como informamos hace sólo unos días, MásMóvil está más cerca de Vodafone en el mercado de banda ancha, y le sigue recortando distancia a través de las portabilidades, amenazando con arruinar definitivamente su estadía en España.